14 de desembre 2011

los dias que han pasado

Por las riberas del Río Llobregat


El senderismo es una de las cosas que más me gusta hacer. Es una maravilla deambular por el paisaje fijándose en las formas, los colores, los aromas, en las distintas visiones que éste ofrece según las estaciones. En Barcelona y su zona metropolitana hay varias opciones. Una de ellas, por ejemplo, es recorrer las riberas del río Llobregat, desde la altura de Cornellá hasta llegar a su desembocadura.

Allí encontramos el Parc Agrari del Baix Llobregat, un reducto natural que se mantiene pese a la feroz presión urbanística de los alrededores. El río forma una franja verde circundada por carreteras, fábricas y toda suerte de espectros urbanos. Y, sin embargo, en ese pedazo robado a la voracidad urbana, crece y se desarrolla un ecosistema cuando menos sorprendente al que ha contribuido la recuperación del río que ha dejado de ser una cloaca pestilente y árida.


En ese rincón podemos observar no sólo una sorprendente fauna silvestre (sobre todo aves), sino también campos de cultivos especialmente de alcachofa. Y siguiendo los caminos que bordean el río llegamos hasta el Espai Natural de Cal Tet en el que podemos advertir la presencia de una rica y variada fauna ornítica y de patos. Y una vez allí, nos podemos desplazar hasta la imponente desembocadura del río Llobregat que forma un delta pleno de formas vegetales, de animales y luminosidades.


Este recorrido se puede hacer a pie o en bicicleta. Es una buena oportunidad para disfrutar de esta franja verde que pese a todo aún destella vida. Con mi amiga Isabel hicimos el recorrido el verano pasado. Fue una experiencia estupenda. Lo único malo fue que elegimos un mal día para realizarlo. Un domingo de julio con un sol canicular que casi nos derrite hasta las neuronas. Pese a ello, nos lo pasamos muy bien. Este año repetiremos la experiencia en la primavera.